Hacia 1761, redactó un proyecto, sobre ideas de Fray Francisco Cabezas, para la basílica de San Francisco el Grande en Madrid. El proyecto consistía en la construcción de un gran templo circular rodeado de siete capillas y cubierto por una gran cúpula de 33 metros de diámetro. El proyecto fue posteriormente modificado por otros arquitectos, hasta llegar al edificio que hoy se conserva. En el año 1765, hizo un viaje por Andalucía, para estudiar las antiguedades árabes exisentes en Córdoba y Granada, al que se unieron los entonces aprendices, Juan de Villanueva y Juan Pedro Arnal.