-No sé lo que busca Andrés, porque la llave la tenemos nosotros- dice Juan
¿Y por qué no nos espera, digo yo?
En esto llega Bruno corriendo. Se pone delante, los mira, anda un poco y luego se para.
-¡Buen chico, Bruno! Vienes a buscarnos.
-A ver, perrito, llévanos con Andrés.