La elección de la carta debe ser muy clara, pues es en este pilar donde radica la fuerza
del efecto. Cuanto más sensación de carta pensada logremos, mejor resultados tendremos. Aquí suelo usar un método u otro, casi siempre el forzaje en abanico, o el que explico a continuación:
Sabiendo la penúltima carta (previo vistazo), entregaremos la baraja cara abajo al espectador