Otro caso de improbable filiación taurina es el de ‘andar boyante’, dicho del que acumula fortuna y felicidad, cuyo origen en algunos manuales al uso se relaciona con los toros. Cierto es que una de las acepciones de ‘boyante’ entronca con ‘buey’ y se refiere al toro que acomete de modo franco, pero el DRAE da como significado principal el del antiguo participio activo del verbo ‘boyar’, aplicado a la embarcación que vuelve a flotar después de haber estado en seco. Más ejemplos inciertos podrían ser ‘mano a mano’, ‘parar los pies’, ‘salir por pies’, ‘escurrir el bulto’ o ‘capear’ una situación, que más tiene que ver con el mundo marinero, como reza su variante ‘capear el temporal’.