Había una vez tres cerditos que eran hermanos. Un día recibieron una carta con un sello de Venezuela. El sello tenía dibujado un loro rojo con las alas azules y amarillas. Los dos cerditos pequeños empezaron a pelearse por él, pero el mayor dijo:—Dejad eso ahora. Será mejor que abramos la carta. La carta era de su tía Rosario, que vivía en Venezuela y era muy rica. El hermano mayor la leyó en voz alta.Decía lo siguiente: