Free Play - Stephen Nachmanovitch
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La improvisación en la vida y en el arte
Esta versión electrónica del libro fue editada con el fin de difundir el conocimiento. Lamentamos (en realidad no, :p) el hecho de que se hayan tenido que violar los derechos de autor pero hay veces que las leyes, los derechos, las normas e incluso los hábitos van contra el progreso, la evolución y el bienestar de la población mundial. La maquetación o diseño del mismo fue realizada/o con LibreOffice, una potente suite ofimática de código abierto, lo que asegura el libre tránsito y traspaso del trabajo realizado por muchos seres humanos a través del tiempo en distintos lugares del mundo. Esperamos que este libro sea bien utilizado aunque no podemos estar segurxs de que eso vaya a ser así. Solo el hecho de que quien lo encuentre se deje llevar por la energía de la vida nos garantizará eso.
Stephen Nachmanovitch
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La improvisación en la vida y en el arte
Agradecimientos
Los siguientes son sólo algunos de los muchos amigos y colegas de quienes recibí apoyo, críticas, ideas y otras contribuciones que fueron vitales para este libro: David Lebrun, Ron Fein, Abdul Aziz Said, Yehudi Menuhin, Ellen Dorland, Will McWhinney, Art Ellis, Ben Berzinsky, Jeremy Tarcher, Connie Zweig, Deena Metzger, Ruth Weisberg, Dianna Linden, Lolette Kuby, Linda Galijan, Sanjay Kumar, Jay Hoffman, Jim Bogan, Laura Kuhn, Elisabeth Des Marais, Mi amigo y maestro, Gregory Bateson, murió tres años antes de que yo empezara este trabajo, pero la fuerza y la calidez de su pensamiento han influido en todo el material de manera incalculable. Agradezco a la Dorland Mountain Arts Colony, donde concebí y bosquejé estas ideas en el chalet del compositor en 1983. A mis padres, con mucho amor, dedico este libro.
Prólogo
Una nueva flauta
Un dios lo puede hacer. Pero ¿me diréis cómo puede un hombre penetrar en las cuerdas de la lira?
Rainer María Rilke*
Hay una vieja palabra sánscrita, lîla, que significa juego.1 Es más rica que nuestra palabra: significa "juego divino", el juego de la creación, el plegarse y desplegarse del cosmos. Lîla, libre y profundo, es a la vez el deleite y el goce de este momento, y el juego de Dios. También significa amor. Lîla puede ser la cosa más simple del mundo: espontáneo, infantil, ingenuo. Pero a medida que crecemos y experimentamos las complejidades de la vida, puede también ser el logro más difícil y arduo de obtener imaginable, y cuando fructifica es como si llegáramos a nuestro verdadero ser. Quiero empezar con un cuento. Es una transcripción de fuentes populares japonesas,2 y cubre
Rainer Maria Rilke, soneto numero 3 en The Sonnets of Orpheus. 1922 1 No olvidar que en ingles “play” significa a la vez jugar y ejecutar un instrumento musical (“play the violin”) y también representar un papel en una obra teatral (“play a part”) (N. de la T.) 2 Esta historia fue descubierta por Trevor Leggett, en Zen and the Ways,1978.
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toda la extensión del viaje que haremos en estas páginas. Nos da una muestra del logro del juego libre, de la clase de impulso creativo de donde surgen el arte y la originalidad. Es la historia del trayecto de un joven músico desde el mero brillo hasta un rendimiento artístico más genuino, que surge sin obstáculos de la fuente misma de la vida:
En China inventaron una nueva flauta. Un maestro de música descubrió las sutiles bellezas de su tono y la llevó a su país, donde dio conciertos por todas partes. Una noche se reunió con una comunidad de músicos y amantes de la música que vivían en cierta ciudad. Al final del concierto lo invitaron a tocar. Sacó la flauta nueva y tocó una pieza. Cuando terminó hubo silencio en la habitación durante largo rato. Luego se oyó la voz del más viejo de los presentes desde el fondo del salón: "¡Como un dios!". Al día siguiente, mientras este maestro hacía las maletas para marcharse, los músicos se le acercaron y le preguntaron cuánto se tardaría en aprender a tocar la nueva flauta. "Años", respondió. Le preguntaron si tomaría un alumno y respondió que sí. Cuando se fue, los músicos decidieron entre ellos enviarle a un joven, un flautista brillantemente talentoso, sensible a la belleza, diligente y confiable. Le dieron dinero para vivir y para pagar las clases del maestro y lo enviaron a la capital, donde aquél vivía. El alumno llegó y fue aceptado por el maestro, quien le dio una sola melodía simple para tocar. Al principio el alumno recibió instrucción siste
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mática, pero aprendía con facilidad todos los problemas técnicos. Llegaba para la clase diaria, se sentaba y tocaba la melodía... y el maestro sólo podía decir: "Falta algo". El alumno se esforzaba de todas las formas posibles; practicaba horas y horas, pero día tras día, semana tras semana, todo lo que el maestro decía era "falta algo". El alumno pidió al maestro que cambiara la melodía, pero el maestro se negó. La ejecución diaria de la melodía, y la diana respuesta "falta algo" continuaron durante meses. La esperanza de éxito del alumno y su miedo al fracaso se intensificaban, y oscilaba entre la agitación y el abatimiento. Finalmente ya no pudo seguir soportando la frustración. Una noche hizo la maleta y huyó sigilosamente. Siguió viviendo un tiempo más en la capital, hasta que se quedó sin dinero. Empezó a beber. Por fin, ya en la miseria, volvió a su tierra natal. Como le daba vergüenza mostrar la cara a sus colegas, encontró una choza en el campo. Todavía poseía sus flautas, todavía tocaba, pero no encontraba nueva inspiración en la música. Los granjeros que pasaban lo oyeron tocar y le enviaron a sus hijos para que les enseñara los rudimentos. De esa manera vivió durante años. Una mañana alguien golpeó a su puerta. Era el virtuoso más viejo del pueblo, junto con el más joven de los estudiantes. Le dijeron que esa noche darían un concierto, y que todos habían decidido que no se haría sin su presencia. Con cierto esfuerzo vencieron los sentimientos de miedo y de vergüenza del músico, quien casi en trance tomó su flauta y fue con ellos.
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Comenzó el concierto. Mientras el músico esperaba detrás del escenario nadie interrumpió su silencio interior. Por fin, al final del concierto, lo llamaron al escenario. Se presentó con sus ropas harapientas. Miró la flauta que tenía en las manos: descubría que había elegido la flauta nueva. Entonces se dio cuenta de que no tenía nada que ganar ni nada que perder. Se sentó y tocó la misma melodía que había tocado tantas veces para su maestro en el pasado. Cuando terminó se hizo un largo silencio. Luego se oyó la voz del más viejo, quien dijo con suavidad desde el fondo de la habitación: "¡Como un dios!".
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Introducción
La improvisación es un misterio. Se puede escribir un libro sobre el tema, pero al final nadie sabe qué es. Cuando improviso y estoy en buena forma, estoy como semidormido. Hasta me olvido de que hay gente mirándome. Los grandes improvisadores son como sacerdotes: sólo piensan en su dios.
Stéphane Grappelli*
Yo soy músico. Una de las cosas que más me gusta es dar conciertos totalmente improvisados como solista de violín o viola. Hay algo que me llena de energía y que es un verdadero desafío en el hecho de enfrentarme yo solo con el público y crear una obra que tiene a la vez la frescura del momento pasajero y, si todo anda bien, la tensión y simetría estructurales de un organismo vivo. Puede llegar a ser una experiencia notable y a menudo conmovedora de comunicación directa. Mi experiencia al tocar de esta manera es que "yo" no estoy "haciendo algo"; es más bien como seguir o anotar un dictado. Por supuesto éste es un sentimiento que los compositores, poetas y otros artistas expresan a menudo. Cuentan que uno de los discípulos de Bach le preguntó: "Padre, ¿cómo se te ocurren tantas melodías?", a lo que Bach respondió: "Querido muchacho, lo que
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Whitney Baillet: “Profiles: Stéphane Grappelli”, en The New Yorker,19 de enero de 1976.
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más me cuesta es no pisarlas cuando me levanto por la mañana". Y está el famoso ejemplo de la teoría de la escultura de Miguel Ángel: la estatua ya está en la piedra, allí ha estado desde el comienzo de los tiempos, y la tarea del escultor es verla y liberarla eliminando cuidadosamente todo el material que sobra. William Blake, en una vena similar, escribe sobre "cómo se funden y desaparecen las superficies aparentes, y revelan lo infinito, que estaba oculto".1 Este libro trata sobre las fuentes internas de la creación espontánea. Sobre las fuentes del arte. Me refiero al arte en el sentido más amplio. He visto a un mecánico de automóviles abrir el motor del mío y trabajar con esa sensibilidad especial de la mano y el ojo, esa habilidad y rapidez para absorber sorpresas, esa calidad de coherencia e integridad que también reconocemos en un buen pianista, pintor o poeta. Este libro está dirigido a la gente de cualquier campo que desea ponerse en contacto con sus propios poderes creativos y fortalecerlos. Su propósito es difundir la comprensión, el placer, la responsabilidad y la paz que vienen del uso pleno de la imaginación humana. Las cuestiones de las que nos ocuparemos se refieren a la forma en que la música intuitiva, o la inspiración de cualquier tipo surgen en nosotros, cómo se pueden bloquear, descarrilar u oscurecer debido a ciertos hechos inevitables de la
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William Blake, The Marriage of Heaven and Hell, 1793.
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vida, y cómo finalmente se pueden liberar, cómo nosotros nos liberamos finalmente, para hablar o cantar, escribir o pintar con nuestra propia voz auténtica. Estas cuestiones nos llevan directamente al territorio donde parecen converger muchas religiones y filosofías, como también la experiencia concreta de los artistas activos. ¿Cuál es la Fuente que tocamos al crear? ¿Qué querían decir los poetas antiguos cuando hablaban de la musa? ¿Quién es la musa? ¿De dónde viene el juego de la imaginación? ¿En qué momento los sonidos se convierten
自由發揮-Stephen Nachmanovitch 自由發揮在生活和藝術中的即興創作為了傳播知識出版了這本書這電子版。我們感到遺憾 (實際上: p 不,這個事實不得不違反版權但有時法律權利、 規則、 甚至習慣去反對進展及演化,世界人口的福祉。)進行了佈局或同樣的設計 / 或與 OpenOffice,功能強大的開源辦公套件,確保行動自由和轉讓的隨著時間的推移在世界不同地區許多人類所做的工作。我們希望這本書很好用,但是我們不能 segurxs,會是這樣。只有事實,找到陷入生命能量將保證,對我們來說。Stephen Nachmanovitch自由發揮在生活和藝術中的即興創作 謝謝你Los siguientes son sólo algunos de los muchos amigos y colegas de quienes recibí apoyo, críticas, ideas y otras contribuciones que fueron vitales para este libro: David Lebrun, Ron Fein, Abdul Aziz Said, Yehudi Menuhin, Ellen Dorland, Will McWhinney, Art Ellis, Ben Berzinsky, Jeremy Tarcher, Connie Zweig, Deena Metzger, Ruth Weisberg, Dianna Linden, Lolette Kuby, Linda Galijan, Sanjay Kumar, Jay Hoffman, Jim Bogan, Laura Kuhn, Elisabeth Des Marais, Mi amigo y maestro, Gregory Bateson, murió tres años antes de que yo empezara este trabajo, pero la fuerza y la calidez de su pensamiento han influido en todo el material de manera incalculable. Agradezco a la Dorland Mountain Arts Colony, donde concebí y bosquejé estas ideas en el chalet del compositor en 1983. A mis padres, con mucho amor, dedico este libro. Prólogo Una nueva flauta Un dios lo puede hacer. Pero ¿me diréis cómo puede un hombre penetrar en las cuerdas de la lira? Rainer María Rilke*還有一個古老的梵語單詞,萊拉,這意味著 juego.1 是比我們所說的話: 手段"神聖遊戲",遊戲創作,折疊和展開的宇宙。萊拉,自由和深,一次是時刻的快樂和享受,神的遊戲。它也意味著愛。萊拉可能是世界上最簡單的事情: 自發、 幼稚、 天真。隨著我們成長和體驗生活的複雜性,它也可以更加困難和艱巨,但可以想像的成就,以及當它的果子是好像我們到達我們真實的存。我想先講個故事。它是日本最受歡迎的來源,2 轉錄和覆蓋里爾克,十四行詩數位 3 在十四行詩的俄耳甫斯。1922 1 不能忘記英語"玩"手段在同一時間戲劇和攜帶樂器 ("拉小提琴"),還在 ("戲劇的一部分) 裡扮演的角色 (T.N.) 2 這個故事由特雷弗 · 萊格特,禪宗和途徑,發現 1978年。*9這次旅行的整個長度,我們將在這些頁中。它給我們的免費遊戲,從中產生的藝術和創意的各種創意衝動成就一個樣本。這是旅程的生活的音樂家的一個年輕從僅僅是旅程的生活的音樂家的閃光到更多真正的藝術表演,而不受阻礙的同一源產生的故事:En China inventaron una nueva flauta. Un maestro de música descubrió las sutiles bellezas de su tono y la llevó a su país, donde dio conciertos por todas partes. Una noche se reunió con una comunidad de músicos y amantes de la música que vivían en cierta ciudad. Al final del concierto lo invitaron a tocar. Sacó la flauta nueva y tocó una pieza. Cuando terminó hubo silencio en la habitación durante largo rato. Luego se oyó la voz del más viejo de los presentes desde el fondo del salón: "¡Como un dios!". Al día siguiente, mientras este maestro hacía las maletas para marcharse, los músicos se le acercaron y le preguntaron cuánto se tardaría en aprender a tocar la nueva flauta. "Años", respondió. Le preguntaron si tomaría un alumno y respondió que sí. Cuando se fue, los músicos decidieron entre ellos enviarle a un joven, un flautista brillantemente talentoso, sensible a la belleza, diligente y confiable. Le dieron dinero para vivir y para pagar las clases del maestro y lo enviaron a la capital, donde aquél vivía. El alumno llegó y fue aceptado por el maestro, quien le dio una sola melodía simple para tocar. Al principio el alumno recibió instrucción siste10 mática, pero aprendía con facilidad todos los problemas técnicos. Llegaba para la clase diaria, se sentaba y tocaba la melodía... y el maestro sólo podía decir: "Falta algo". El alumno se esforzaba de todas las formas posibles; practicaba horas y horas, pero día tras día, semana tras semana, todo lo que el maestro decía era "falta algo". El alumno pidió al maestro que cambiara la melodía, pero el maestro se negó. La ejecución diaria de la melodía, y la diana respuesta "falta algo" continuaron durante meses. La esperanza de éxito del alumno y su miedo al fracaso se intensificaban, y oscilaba entre la agitación y el abatimiento. Finalmente ya no pudo seguir soportando la frustración. Una noche hizo la maleta y huyó sigilosamente. Siguió viviendo un tiempo más en la capital, hasta que se quedó sin dinero. Empezó a beber. Por fin, ya en la miseria, volvió a su tierra natal. Como le daba vergüenza mostrar la cara a sus colegas, encontró una choza en el campo. Todavía poseía sus flautas, todavía tocaba, pero no encontraba nueva inspiración en la música. Los granjeros que pasaban lo oyeron tocar y le enviaron a sus hijos para que les enseñara los rudimentos. De esa manera vivió durante años. Una mañana alguien golpeó a su puerta. Era el virtuoso más viejo del pueblo, junto con el más joven de los estudiantes. Le dijeron que esa noche darían un concierto, y que todos habían decidido que no se haría sin su presencia. Con cierto esfuerzo vencieron los sentimientos de miedo y de vergüenza del músico, quien casi en trance tomó su flauta y fue con ellos.11 Comenzó el concierto. Mientras el músico esperaba detrás del escenario nadie interrumpió su silencio interior. Por fin, al final del concierto, lo llamaron al escenario. Se presentó con sus ropas harapientas. Miró la flauta que tenía en las manos: descubría que había elegido la flauta nueva. Entonces se dio cuenta de que no tenía nada que ganar ni nada que perder. Se sentó y tocó la misma melodía que había tocado tantas veces para su maestro en el pasado. Cuando terminó se hizo un largo silencio. Luego se oyó la voz del más viejo, quien dijo con suavidad desde el fondo de la habitación: "¡Como un dios!".12 Introducción La improvisación es un misterio. Se puede escribir un libro sobre el tema, pero al final nadie sabe qué es. Cuando improviso y estoy en buena forma, estoy como semidormido. Hasta me olvido de que hay gente mirándome. Los grandes improvisadores son como sacerdotes: sólo piensan en su dios.Stéphane Grappelli*Yo soy músico. Una de las cosas que más me gusta es dar conciertos totalmente improvisados como solista de violín o viola. Hay algo que me llena de energía y que es un verdadero desafío en el hecho de enfrentarme yo solo con el público y crear una obra que tiene a la vez la frescura del momento pasajero y, si todo anda bien, la tensión y simetría estructurales de un organismo vivo. Puede llegar a ser una experiencia notable y a menudo conmovedora de comunicación directa. Mi experiencia al tocar de esta manera es que "yo" no estoy "haciendo algo"; es más bien como seguir o anotar un dictado. Por supuesto éste es un sentimiento que los compositores, poetas y otros artistas expresan a menudo. Cuentan que uno de los discípulos de Bach le preguntó: "Padre, ¿cómo se te ocurren tantas melodías?", a lo que Bach respondió: "Querido muchacho, lo que *
Whitney Baillet: “Profiles: Stéphane Grappelli”, en The New Yorker,19 de enero de 1976.
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más me cuesta es no pisarlas cuando me levanto por la mañana". Y está el famoso ejemplo de la teoría de la escultura de Miguel Ángel: la estatua ya está en la piedra, allí ha estado desde el comienzo de los tiempos, y la tarea del escultor es verla y liberarla eliminando cuidadosamente todo el material que sobra. William Blake, en una vena similar, escribe sobre "cómo se funden y desaparecen las superficies aparentes, y revelan lo infinito, que estaba oculto".1 Este libro trata sobre las fuentes internas de la creación espontánea. Sobre las fuentes del arte. Me refiero al arte en el sentido más amplio. He visto a un mecánico de automóviles abrir el motor del mío y trabajar con esa sensibilidad especial de la mano y el ojo, esa habilidad y rapidez para absorber sorpresas, esa calidad de coherencia e integridad que también reconocemos en un buen pianista, pintor o poeta. Este libro está dirigido a la gente de cualquier campo que desea ponerse en contacto con sus propios poderes creativos y fortalecerlos. Su propósito es difundir la comprensión, el placer, la responsabilidad y la paz que vienen del uso pleno de la imaginación humana. Las cuestiones de las que nos ocuparemos se refieren a la forma en que la música intuitiva, o la inspiración de cualquier tipo surgen en nosotros, cómo se pueden bloquear, descarrilar u oscurecer debido a ciertos hechos inevitables de la
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William Blake, The Marriage of Heaven and Hell, 1793.
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vida, y cómo finalmente se pueden liberar, cómo nosotros nos liberamos finalmente, para hablar o cantar, escribir o pintar con nuestra propia voz auténtica. Estas cuestiones nos llevan directamente al territorio donde parecen converger muchas religiones y filosofías, como también la experiencia concreta de los artistas activos. ¿Cuál es la Fuente que tocamos al crear? ¿Qué querían decir los poetas antiguos cuando hablaban de la musa? ¿Quién es la musa? ¿De dónde viene el juego de la imaginación? ¿En qué momento los sonidos se convierten
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